¿Por qué?
Su principal objetivo es optimizar el consumo energético por parte de los sistemas de alumbrado público de las vías urbanas y metropolitanas de las ciudades. Los sistemas de gestión inteligente pueden aportar grandes beneficios, ya que las estadísticas energéticas sobre consumo de los sistemas de alumbrado público contienen datos muy preocupantes:
· más del 50% del gasto de alumbrado público no representa flujo útil que ilumine las calles
· más del 50% de la iluminación se pierde hacia el cielo provocando contaminación lumínica y coste innecesario
· el gasto en alumbrado público crece anualmente más rápido que la población, con un gasto de 116kW por habitante
Las razones para adecuar la iluminación pública son:
· ahorro energético
· inversión de bajo riesgo
· reducción de emisiones de CO2
· ahorro en costes de mantenimiento
· seguridad y confort de la ciudadanía
Las medidas siempre se basan en un estudio concienzudo de las mismas que se hace bajo tres puntos de vista, el energético, el tecnológico y el económico.
· La iluminación pública puede ajustarse y adecuarse a través de una optimización global que se detecta mediante la realización de una auditoría completa de las instalaciones. Esta auditoría debe contemplar la realización de un inventario detallado, un análisis y tratamiento de los datos obtenidos, un diagnóstico preliminar de las deficiencias o posibles mejoras, y unas líneas generales de propuestas de mejora.
· Basándose en la información de la auditoría, se proponen diferentes opciones de optimización. Se debe estudiar cada caso en profuncidad conociendo también los problemas y dificultades de cada lugar para así poder elegir la opción más adecuada.
· La opción elegida debe ser compatible con las prescripciones de la instalación y ver, en su caso, si hay que invertir en medidas de mejora y ajuste de prestaciones. Aquí se incluye el estudio de la mejor tarifa energética acorde con el nuevo funcionamiento.